dimecres, 27 d’octubre del 2010

Valencia, año 2010

Dudo que nadie se acuerde ya de aquél blog creado para cualquier clase absurda de las varias que cursamos durante los dos años de carrera, así que supongo que puedo escribir con relativa libertad. Lo he hecho, he dado el paso, estoy donde no pensaba que acabaría y donde muchos de mis compañeros querrían: en un medio de comunicación. Claro que se trata de un estar muy sui generis, pero estar al fin y al cabo.

Hoy he ido a las cortes. Llevo 4 semanas y aunque empiezo a ubicarme, también a desencantarme -un poco más- con la política. Pese a todo, existen personas válidas con eso que llaman "vocación de servicio público".

Valencia tiene un metro inútil y yo no sé ir en bici.

El invierno es un drama de inmensas proporciones.

Quizás haga un posgrado que tiene algo que ver con derecho y nada con periodismo.

No leo nada, ya.

Aunque me sumiría en un blues acompañada de Kings of Convenience, escucho Mark Lanegan sólo porque, ya sabes, probablemente me acredite. Pequeñas ventajas de la corresponsalía.

1 comentari:

  1. Me acuerdo.

    Te leo.

    Y me siento orgulloso de que 'estés'.

    Inmensas proporciones, sí, sin duda.

    Ojalá te acrediten, ya te contarás.

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