divendres, 1 de maig del 2009

Armagedón

La fiebre se ha apoderado de la ciudad. No es que todos hayamos sucumbido ya al virus porcino por excelencia, pero la OMS dice que más del 40% de los europeos se infectará. Los periódicos titulan así, tal cual (como El Pais), y hablan de nivel 5, pandemia inminente. No me digan que no suena mal.

Sin embargo, la realidad de la epidemia (una pandemia no deja de ser una epidemia multiplicada por mil, naderías) todavía no ha alcanzado mi realidad. Aunque está muy cerca. Entorno UPF: Por lo visto hay traductoras afectadas. Es decir, personas que comparten campus con nosotros. Y también estudiantes de ADE y Derecho, cuando yo voy tres dias por semana al campus de ciutadella, a trabajar en un cuarto sin ventilación llamado La Factoría. Un poquito de mal rollo sí que da. Cada vez que toso en un espacio público me pregunto si habrá alguien que me mire con recelo, si el nivel de paranoia ya ha alcanzado esas cotas. Sinceramente, me gustaría ver eso, un pequeño caos generalizado. Pero sin víctimas mortales, por supuesto. Y me disculpo desde aquí si todo esto suena muy frívolo. Siempre puedo culpar a mi entorno: Una amiga inaugura su piso, y el flyer es el siguiente (por razones obvias lo borraré en un par de días):


A falta de resultados sobre la encuesta que Jordi B. Llevó a cabo el otro día en radio entre varias farmacias (ante la cual, por cierto, me quito el sombrero), el dress code es ir con mascarilla. Pero si no quedan en los boticarios de la contornada no es un problema, yo ya tengo la mía. Hace un mes un familiar viajó a Tokio, y en el avión, además de las típicas toallitas y cacahuetes le dieron –oh, maravilla- una moisture mask.


Sé que los japoneses son así, pero no puedo evitar reírme "por lo bajini", que decía mi padre, pensando que eso fue... una premonición.

Buen puente a todos.





1 comentari:

  1. jajaja, los resultados de la encuesta arrojaron un dato o dos a tener en cuenta: en las farmacias hay mascarillas a la venda, mira tú si hay que en algunas incluso ya se han agotado. Por suerte todavía no ha cundido el pánico y no vamos todos como locos a comprar nuestro complemento facial anti-contagio. Yo no la tengo, por ejemplo, y como no voy a fiestas dónde se incluya el cubrebocas de rigor en el dress code, pues ahí estoy, a boca descubierta. Toser, de momento no toso. Pero todo se andará... Por cierto, el cartel de la fiesta de tu amiga es brutal de bueno. Y, dicho sea de paso, yo prefiero no ver ningún tipo de caos. Ya es bastante agobiante pillar el metro en las horas puntas.

    ;o)

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